ANÁLISIS COMPARATIVO DE OLYMPIA DE MANET CON LA VENUS DE URBINO DE TIZIANO

Desde siempre la belleza femenina ha cautivado a tantos artistas motivándolos a trazar sus figuras, pero no siempre ha sido bien recibida por los críticos, especialmente cuando se habla de un cuerpo desnudo y un entorno que maneja símbolos contradictorios a los principios de aquella época. En este caso se analizará dos obras que guardan mucha similitud por mostrar la desnudez femenina como primer plano, pero donde los signos que utilizan sus pintores dan un mensaje un tanto diferente.

Manet pinta una escena donde aparece una mujer desnuda, probablemente una prostituta de lujo, recostada en un sofá, a la que trae un ramo de flores una sirvienta negra, mientras que Tiziano muestra a una mujer recostada en un diván rojo cubierto con una sábana blanca en el interior de un palacete veneciano, en sus manos sujeta unas flores. Ambas mujeres se encuentran tapándose sus partes íntimas con la mano y poseen una mirada provocadora, seductora, para el espectador; además ambos juegan el recurso de la servidumbre pero no les da divinidad a sus protagonistas. Ambas son imágenes fijas que manejan un discurso estético y filosófico por la composición que manejan los recursos icónicos que utilizan, dirigidos a un público especializado para entender el contexto del desnudo y los símbolos que manejan. 

OLYMPIA DE MANET

En Olyimpia, por los elementos existentes a nivel denotativo que rodean a la mujer desnuda (pantuflas, la orquídea que tiene en el cabello, gato negro y el collar), llegamos a la conclusión que se trata de una prostituta, lo cual también confirmamos con las flores que la mujer de raza afroamericana lleva en su mandil, durante esta época se acostumbraba regalarle flores a las prostitutas después de que terminaban su trabajo.  La pulsera dorada que lleva la prostituta en el brazo, es una pulsera que por lo general usaba la madre del autor, y que él mismo quiso recordar. La orquídea suponía en la época que tenía propiedades afrodisiacas, por lo cual nos hace una referencia a lo sexual, confirmándonos el hecho de que la mujer es una prostituta. Por otra parte Olympia calza una sola pantufla, esto en las pinturas alegóricas ha sido usado como símbolo de la inocencia perdida. Además, la mirada de la mujer muestra misticismo, sensualidad, y la postura del gato negro nos muestra malicia y sensualidad.

   

VENUS DE URBINO DE TIZIANO

Tiziano representa a la dios griega Venus como una mujer desnuda tumbada sobre una cama sobre dos colchones, la parte superior del cuerpo descansa sobre dos almohadones, la mano izquierda oculta sus genitales, la derecha sostiene un ramo de rosas, un perro duerme a sus pies, al fondo de la estancia hay dos sirvientas, una de ellas está de rodillas buscando posiblemente la ropa de la dama en un baúl, la otra la observa, sobre sus hombros cuelga un vestido, una ventana con una columna, con una maceta, a lo lejos se ve el cielo, el decorado de la habitación muestra el interior de un palacio italiano. Una Venus casta se encuentra en primer término de la obra, con su mano escondiendo su genital pero mostrándonos su torso desnudo. A simple vista puede parecer la pose de una diosa, por eso lo de Venus, pero la presencia del perro hace pensar en una persona real. Tradicionalmente, la figura del perro a los pies de las representaciones de las mujeres aludía a su carácter dócil y de fidelidad. Sin embargo, aquí lo vemos dormido algo que, junto con la representación desnuda de la desconocida retratada, forma una imagen curiosa y misteriosa a la vez. La representación aparentemente idealizada de la escena se rompe con la presencia de las criadas, que rebuscan en los baúles, para darle mayor realismo a la escena. Se utiliza los colores de forma brillante; así, la escena principal de la mujer desnuda se resalta sobre un diván rojo y unas sábanas blancas.

En la Venus de Urbino de Tiziano la mujer tiene una actitud sumisa y dócil, con un perrito recostado a los pies como símbolo de la fidelidad. Sin embargo, en la Olimpia de Manet la mujer mira con descaro y altivez al espectador, como interrogándole sobre sus propios pecados, y con un gato negro a sus pies, símbolo del mal, de libertad, de lujuria. A simple vista se podría creer que Manet copió la obra de Tiziano 300 años después, aunque realmente se inspiró en ella; por lo cual cabe recalcar el manejo de signos de sus pintores para enfatizar en el mensaje de sus obras.